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Las áreas verdes urbanas, desde parques hasta pequeños oasis verdes en medio de concretos, no son solo espacios de tranquilidad y recreación en el bullicio de la ciudad; son vitales para el bienestar de nuestras comunidades y el medio ambiente. A continuación, detallamos los beneficios medioambientales y sociales que las áreas verdes aportan a nuestras ciudades, evidenciando la necesidad de integrar y preservar estos espacios en nuestros entornos urbanos.
Filtración de contaminantes
Los árboles grandes actúan como poderosos filtros de contaminantes urbanos, capturando partículas finas —como polvo, suciedad y humo— en sus hojas y cortezas. Esta función de purificación del aire es esencial para mejorar la calidad del aire que respiramos.
Regulación de la temperatura
La estratégica ubicación de los árboles puede reducir significativamente la temperatura del aire, entre 2 y 8 grados centígrados. Tal es el impacto de los árboles que su correcta disposición alrededor de los edificios puede disminuir la necesidad de aire acondicionado hasta en un 30%, contribuyendo a la lucha contra el calentamiento global.
Mitigación del cambio climático
Un árbol maduro es capaz de absorber hasta 150 kg de gases contaminantes al año, lo que los convierte en un aliado crucial en la mitigación del cambio climático y en la promoción de un ambiente urbano más limpio y saludable.
Prevención de inundaciones
Los árboles juegan un papel clave en la regulación del flujo de agua y la prevención de inundaciones. Un solo árbol de hoja perenne maduro puede interceptar más de 15.000 litros de agua por año, reduciendo significativamente el riesgo de desastres naturales.
Fomento de la biodiversidad
Al ofrecer hábitat, alimento y protección, los árboles son esenciales para aumentar la biodiversidad urbana, permitiendo que diversas especies de plantas y animales prosperen en ambientes urbanos.
Espacios de sociabilidad
Las áreas verdes fomentan la interacción social y la creación de vínculos comunitarios, fortaleciendo el sentido de pertenencia y la cohesión social en los barrios. Estos espacios invitan a los vecinos a reunirse, compartir y participar en actividades comunitarias.
Mejora de la salud física y mental
El acceso a espacios verdes urbanos tiene un impacto positivo directo en la salud física y mental de las personas. Estar cerca de o interactuar con la naturaleza puede disminuir la presión arterial alta, reducir el estrés y, en general, contribuir al bienestar físico y emocional de la comunidad.
Desigualdad ambiental
La distribución desigual de los espacios verdes entre diferentes grupos socioeconómicos refleja una dimensión de segregación social. Esta disparidad en el acceso a áreas verdes resalta la necesidad de un enfoque más equitativo en la planificación urbana, promoviendo la justicia ambiental y el derecho de todos los ciudadanos a un entorno saludable y sostenible.
En 2018, con el objetivo de democratizar el acceso a áreas verdes y mejorar la calidad de vida de las personas, lanzamos nuestro Programa de Arbolado Urbano, extendiendo nuestro trabajo hacia la restauración de áreas verdes en comunas vulnerables. Nuestro enfoque, además de brindar a vecinas y vecinos todos los beneficios asociados al arbolado urbano, también contribuye a la recuperación de espacios públicos.
Tú también puedes aportar plantando tu propio árbol nativo AQUÍ.
¿POR QUÉ ÁRBOLES NATIVOS SOBRE EXÓTICOS?
En general, una gran cantidad de especies exóticas podría disminuir la integridad ecológica del lugar y de su entorno. Por ejemplo, invadir ambientes cercanos al área urbana, desplazando a las especies nativas.
Además, los árboles exóticos suelen producir grandes cantidades de polen, generando una alta carga polínica en el aire, debido a que su principal mecanismo de polinización es anemófila (a través del viento), provocando -en algunos casos- reacciones alérgicas. Mientras que, las especies nativas dependen principalmente de la fauna para su polinización, por lo que no generan una alta carga polínica en el aire.
Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.