Quillay, árbol curativo y espiritual

Desde tiempos ancestrales, el Quillay (Quillaja saponaria) -árbol endémico perteneciente al bosque esclerófilo de nuestro país- ha sido venerado por las culturas indígenas, quienes reconocieron su poder curativo y espiritual. Su corteza, con su distintivo color grisáceo y textura áspera, encierra secretos ancestrales y un legado de sanación. La relación entre el hombre y el Quillay se ha tejido a lo largo de generaciones, estableciendo una profunda conexión con la naturaleza y sus dones medicinales.

Conocer los beneficios del Quillay es descubrir un tesoro oculto en la naturaleza. Esta maravilla botánica contiene saponinas, compuestos naturales que otorgan propiedades expectorantes y antinflamatorias. Tradicionalmente, su corteza se ha utilizado para aliviar enfermedades respiratorias, como la tos y el resfriado, proporcionando un alivio suave pero eficaz. Asimismo, se ha empleado en la elaboración de productos cosméticos, gracias a sus cualidades emolientes y suavizantes para la piel y el cabello.

Sus principales características y propiedades:

Descripción: árbol o arbusto de 2-10 m de altura. Hojas coriáceas, elípticas o aovadas, obtusas o subagudas, irregularmente dentadas, a veces lisas, lisas, brillantes, nervosas en ambas caras, de 2-5 cm de longitud y pecíolo de 1-2 mm de largo. Flores en corimbos, blancas, de 10-14 mm de diámetro. Fruto en cápsula de 5 lóculos coriáceo-leñosos, unidos por sus bases, oblongos, pubescentes, obtusos. Semillas numerosas, 10-18, oblongas, de 10 mm de longitud.

Parte usada: la corteza y las hojas, en infusión, se emplean en el tratamiento de malestares respiratorios, sobre todo para tratar la tos. El macerado de la corteza es utilizado para lavarse el cabello, ya que combate la caspa y la seborrea, en cambio la decocción se emplea para tratar afecciones de la piel.

Química: la corteza del quillay tiene un alto contenido de saponinas, un tipo de compuestos tensoactivos, esto es, que tienen la capacidad de disminuir la tensión superficial del agua al disolverse en ésta, lo que genera abundante espuma cuando dichas soluciones son agitadas vigorosamente. En la industria las saponinas se han utilizado como elementos espumosos en alimentos y bebidas, vacunas para animales, cosméticos, jabones, champús, etc.

Aspectos agronómicos: se propaga por semillas en almácigo estratificado en otoño a normal en primavera, en una mezcla de suelo de una parte de compost, media de arena y media de tierra de jardín. Se repica a bolsa cuando tiene dos hojitas verdaderas.

Sobre su corteza:

Usos tradicionales: solo uso externo en afecciones de la piel y cuero cabelludo (caspa y seborrea). Para la piel se usa como decocción (cocimiento) que se prepara hirviendo 10 minutos, se deja reposar y después se filtra. Para caspa y seborrea se usa un macerado, dejando 2 trozos de corteza (aprox. 2 x 5 cm) en 2 litros de agua recién hervida toda la noche. Usar en la mañana siguiente.

Efectos: suaviza la piel.

Precauciones: estos productos tienen el carácter de auxiliares sintomáticos y no reemplazan lo indicado por el médico en el tratamiento de una enfermedad. Al consultar al médico infórmele que está usando esta hierba medicinal. Evite su preparación en utensilios de aluminio.

Fuente: Ministerio de Salud

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Soledad Corti Otaegui

Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.