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¡Llegamos a nuestra meta de 1 millón de árboles plantados!

El año 2011 uno de los pulmones verdes más importantes del planeta sufrió un devastador incendio forestal, arrasando con más de 17.000 hectáreas en el Parque Nacional Torres del Paine. A raíz de ese emblemático incendio es que nació Fundación Reforestemos como una cruzada ciudadana por recuperar parte del bosque nativo que terminó en cenizas. Durante estos diez años, hemos ido conquistando terreno en otras regiones del país, y  trabajado arduamente por la recuperación de áreas silvestres protegidas y zonas de alto valor ecológico, impulsando así la campaña de reforestación y restauración ecológica más grande en la historia de Chile, logrando llegar a 1 millón de árboles nativos plantados. Pero este es recién el comienzo.

Con el conocimiento de que la deforestación es la segunda causa del cambio climático en el mundo y en un escenario en el que el 72% de la superficie del país tiene un grado de sequía y un 27% del territorio nacional tiene riesgo de sufrir desertificación, la plantación de 1 millón de árboles nativos tiene aún más relevancia. Los bosques nativos son claves para nuestro ecosistema, poseen servicios indispensables para la vida, como es la capacidad de renovar el aire, pudiendo absorber hasta el 40% de las emisiones de Co2 mundial en un año. Asimismo, disminuyen las temperaturas globales. Actualmente, el 33% de la superficie mundial está degradada y los bosques nativos favorecen la recuperación de los suelos, regulando el ciclo hídrico, y un sinfín de otros beneficios. Además, El 75% de agua dulce que se consume en el mundo proviene de ellos.

Y no solo aportan al medio ambiente, sino que también para la salud de las personas, economía y subsistencia de la sociedad, pues el 22% de la población mundial depende del bosque para su sustento diario. Pero también son fundamentales para la fauna nativa que habita en ellos. De hecho, el 68% de los mamíferos depende de nuestros bosques, el 75% de las aves se refugia en éstos, al igual que el 80% de la biodiversidad terrestre.

Pero sabemos que plantar árboles es el último paso para combatir la deforestación, y que para lograr un verdadero impacto esta problemática debe enfrentarse de manera integral donde la reforestación es parte de un ciclo que se inicia con la educación ambiental, seguido de la protección de áreas de alto valor ecológico, la prevención de incendios forestales, la germinación de nuevas especies que contengan el mismo material genético del bosque a recuperar y finalmente la plantación de nuevos árboles nativos.

Suzanne Wylie, nuestra directora ejecutiva, explica “La deforestación es el factor principal del cambio climático a nivel mundial y ahí radica la importancia de evitar que nuestros bosques nativos se sigan destruyendo o degradando. Hoy se pierden cerca de 13 millones de hectáreas forestales al año, por lo que nuestro compromiso es seguir trabajando en su preservación, así como en la concientización de este gran problema a nivel ciudadano. Todos tenemos un rol en este desafío y nosotros nos desplegamos para que así sea”.

En estos diez años, hemos plantado 1 millón de árboles nativos en 11 regiones y 56 comunas de Chile, además, ha iniciado acciones para expandir su operación a 2 países vecinos, cómo son Argentina y Perú. Todo esto gracias a un trabajo articulado entre el mundo público y privado, contando con el apoyo de más de 600 empresas, 5 mil voluntarios, 100 embajadores, y una comunidad de más de 350.000 personas.

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Soledad Corti Otaegui

Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.